Cómo proteger la piel del sol con remedios naturales

Cómo proteger la piel del sol con remedios naturales

Aprendamos a proteger la piel del sol con remedios y productos naturales

El verano es sinónimo de sol, vida al aire libre, mar (¡para los más afortunados!) y bronceado. A menudo nuestra piel, que ha estado cubierta hasta hace poco tiempo por ropa pesada y poco expuesta a los agentes atmosféricos, no está lista, especialmente si es muy clara, delicada y sensible. Descubramos juntos en este post cómo proteger la piel del sol con métodos naturales.

Preparemos la piel para la nueva temporada

Lo mejor que podemos hacer es preparar nuestra piel con anticipación. Una de las estrategias a implementar es (especialmente para los fototipos claros) ayudar a la producción de melanina tomando, al menos dos meses antes de la exposición, suplementos a base de betacaroteno. Podrías usar perlas de aceite de zanahoria o extractos secos de zanahoria que, metabolizados por nuestro organismo, estimulan la producción de melanina y activan la vitamina A para proteger nuestra piel. La alimentación también se vuelve fundamental, así que incorporemos alimentos como: zanahorias, tomates, pimientos, duraznos, albaricoques para estimular la producción de melanina, que, entre otras cosas, nos ayuda a prevenir las molestas quemaduras solares y las irritaciones. Además, deberíamos realizar una exfoliación profunda para eliminar las células muertas, purificando así la piel y liberando los poros para que el cuerpo sea más receptivo a los productos protectores e hidratantes. Otro punto importante es, de hecho, la hidratación que debemos realizar tanto internamente (aumentando la ingesta de agua, consumiendo antioxidantes, es decir, elementos ricos en vitamina E) como externamente con productos naturales y libres de parafina y petrolatos (como, por ejemplo, manteca de karité o aceite de argán).

La piel y el sol

...efectos positivos

Los rayos solares, si se absorben en cantidades moderadas, pueden ser un aliado importante para nuestra salud ya que aportan una serie de beneficios para el organismo. Por ejemplo, son esenciales para la síntesis de la vitamina D (basta con estar al sol solo 20 minutos al día), y también son útiles para el tratamiento de diversas patologías (como enfermedades dermatológicas como la dermatitis). Mejoran, además, el estado de ánimo, la actividad cardiocirculatoria; favorecen la producción y liberación de algunas sustancias (como el ácido urocánico) con propiedades antioxidantes y protectoras a nivel cutáneo. Además, las radiaciones UV muestran una potente actividad antibacteriana que resulta útil en la prevención y tratamiento de algunas manifestaciones cutáneas.

...efectos negativos

Sin embargo, si la exposición al sol es excesivamente prolongada y sin factores de protección adecuados, los rayos UV se convierten rápidamente en enemigos: pueden dejar antiestéticas manchas en la piel, causar quemaduras solares (con síntomas como enrojecimiento, hinchazón, sequedad, ardor, picazón), a largo plazo favorecen el envejecimiento de la piel y la formación de arrugas (fenómeno del fotoenvejecimiento causado principalmente por los UVA que hacen que la piel sea más gruesa, áspera, flácida, seca y con arrugas) y también pueden generar radicales libres, moléculas que contienen átomos con un electrón desapareado en el orbital más externo y, por lo tanto, son inestables. La inestabilidad crea procesos en cadena que favorecen la producción de sustancias tóxicas y pueden dañar algunos elementos celulares (ADN, proteínas). Pero, sobre todo, pueden causar quemaduras en la piel que, además de ser dolorosas (en quemaduras más intensas se sienten dolor, ardor y picazón en la piel, aparecen ampollas y vesículas, seguidas de una fuerte descamación. En algunos casos también pueden acompañarse de síntomas más generales, como fiebre, náuseas y dolor de cabeza) representan uno de los principales factores de riesgo para la aparición de tumores cutáneos. En particular, son sobre todo las quemaduras sufridas en la infancia las que favorecen la aparición en la edad adulta del melanoma, un tumor muy agresivo que deriva de la transformación maligna de los melanocitos, las células encargadas de la pigmentación de la piel.

Bronceadores naturales con flores y especias

Por lo tanto, es mejor recordar siempre proteger la piel expuesta con productos solares, eligiendo los más adecuados para el fototipo y recordando aplicarlos con frecuencia. La protección que elijas para tu piel es fundamental, pero debes cuidar de hidratarla y mimarla constantemente. Por lo tanto, puedes preparar excelentes aceites naturales que, además, te brindarán un bronceado más intenso y duradero. ¡Recuerda aplicar los bronceadores caseros solo en piel ya bronceada! Ya hemos visto en un artículo anterior algunos remedios naturales para la piel, en las próximas líneas te presentaremos otros tres productos ideales para proteger la piel del sol de forma natural con especias y hierbas.

Bronceador nutritivo con aceite de maíz y flores de hipérico

Para hacer este bronceador necesitamos 250 gramos de aceite de maíz y un puñado de flores de hipérico. Mezcla todos estos ingredientes en un frasco de vidrio, agita bien, ciérralo herméticamente y déjalo macerar durante 10 días en la oscuridad. Pasado el tiempo necesario, filtra y agrega 100 gramos de aceite de aguacate, que hará que el bronceador sea más nutritivo, y mezcla. Tu ungüento está listo para ser aplicado antes de la exposición al sol.

Aceite bronceador de zanahoria para dorar la piel

Para hacerlo necesitarás dos zanahorias y aceite de semillas de girasol que debe ser preferiblemente obtenido por prensado en frío: de esta manera tendrá un mejor efecto final para nuestro aceite bronceador. Lava las zanahorias, corta las puntas y
Terza Luna Escrito por Terza Luna
Amantes de las Plantas